A nadie le sorprende que, en 2022, la tarea de comprar sea diferente para las empresas respecto a lo que era en años anteriores. No basta con darle un simple lavado de cara al mismo plan estratégico que los responsables de la empresa reciclaban cada año. Ahora, las organizaciones se enfrentan al reto de equilibrar la respuesta actual a corto plazo que dan a los cambios provocados por la pandemia con objetivos estratégicos a largo plazo. El impacto estratégico de la función de compras no es algo que perciba exclusivamente el director del departamento, sino que dicha impresión se extiende a toda la empresa y la comparten tanto un director de información que se encarga de obtener nueva tecnología como un director financiero encargado de optimizar el flujo de efectivo.
Guía de compras para empresas
